Tratar el molusco contagioso es posible, sin embargo debemos de comprender qué es exactamente el mismo. El molusco contagioso es una infección cutánea viral que se observa con mayor frecuencia en niños pequeños y en edad escolar.

El virus es contagioso y se transmite por contacto directo con la piel de una persona infectada o por compartir toallas húmedas, ropa, artículos personales y colchonetas de gimnasia. Es frecuente su contagio en las piscinas con los niños que hacen natación, especialmente si comparten algunos artículos u objetos dentro o fuera del agua, pero esta no es una razón para limitar la natación.

Después del contacto con el virus que los causa, el molusco puede incubarse durante 2-8 semanas antes de aparecer en la piel. Rascarse o tocarse las lesiones es una de las formas en que se puede propagar el virus. Las áreas del cuerpo donde se produce el roce de las superficies de la piel (por ejemplo, la parte interna del brazo y los lados del abdomen) son lugares comunes para la infección por molusco.

En algunos pacientes, las protuberancias se volverán rojas y formarán protuberancias de pus que se asemejan a las espinillas. Este cambio en la apariencia suele ser bueno y significa que el sistema inmunológico del paciente está reconociendo el virus y está comenzando a eliminar la infección viral, si no hay dolor ni fiebre, es poco probable que esté infectada.

El virus del molusco es extremadamente común en niños, aunque es más raro que se observe en adolescentes y adultos. Es especialmente común en ambientes cálidos, así como en niños con dermatitis atópica. En los adultos puede considerarse una infección de transmisión sexual, pero generalmente NO es el caso en los niños. De manera similar, las personas con infección por VIH pueden desarrollar infecciones virales graves, incluido el molusco. Los niños normales y sanos son los más propensos a tener molusco, en la mayoría de los casos, tener el virus no significa que haya algún problema con su sistema inmunológico.

El tratamiento va dirigido a eliminar las lesiones, dentro de estos están descritos las cremas con retinoide o imiquimod, soluciones como hidróxido de potasio o ácido salicílico que se pueden utilizar en casa, y otros como curetaje (raspado directo de la lesión para eliminarla) o aplicación de tricloroacético que se realizan en el consultorio.